¿Con base en que te valoras?

Pablo Lascurain
2 min readAug 3, 2021

En un mundo complejo, tenemos el poder de definir qué es lo que nos da valor y nos mide como personas.

Vivimos en una sociedad que nos ha enseñado a valorarnos en base a conceptos rígidos y estandarizados; las dos medidas por las cuales nos enseñaron a valorarnos son:

  • Tiempo
  • Credenciales o Certificaciones

Venimos de una sociedad que básicamente proponía lo siguiente:

Estudia lo más posible, maestrías, doctorados, en buenas universidades, en donde para sacar buenas notas tendrás que estudiar día y noche, para después llegar a alguna empresa y enseñarles que tienes esas credenciales, y esas empresas asumirán que eso determina tus capacidades y tu nivel de compromiso, una vez más de tiempo (no de resultados) para con la empresa que te contrata.

Cada vez vemos, por fortuna, que esta premisa deja de ser la norma; principalmente las multinacionales de tecnología empiezan a implementar esquemas con un mayor índice de meritocracia y basados en aptitudes medibles por la empresa, no certificadas por un tercero.

Ahora, esto es la manera externa de cómo medimos o podemos medir el valor de alguien; sin embargo la parte más importante es cómo medimos nosotros, de forma personal nuestro valor; es importante antes de contestar entender algunas formas de hacerlo.

Lo primero que hay que tomar en cuenta es, qué tanto o tan poco importante es para nuestra valorización lo que dice el mundo externo: ¿Tienes maestría? ¿En dónde estudiaste? ¿Cual es tu puesto? ¿Qué premios tienes?

Todo esto implica un riesgo muy grande, cuando nos valorizamos de acuerdo a este tipo de conceptos, dejamos que el mundo exterior defina de acuerdo a lo poco que perciben lo que nos hace valiosos; y entonces entendemos que para aumentar nuestro valor tenemos que seguir cumpliendo las expectativas externas. Estudiar un doctorado, trabajar más horas, buscar ciegamente un puesto más alto, etc. ¿Y entonces qué pasa cuando perdemos el empleo o no nos aceptan en alguna universidad? Resulta que perdemos nuestra valorización.

Lo segundo es, construir un esquema de valorización que parta, si de nuestra interacción con el mundo exterior, pero que sea definido por nosotros mismos; imaginemos que nuestra valorización vive en una de estas áreas:

  • Qué tan feliz eres en tu día a día
  • La capacidad que tienes de tener un impacto positivo en los demás
  • La calidad con la que haces las cosas
  • El bienestar de las personas que te rodean

Es aquí en donde encontramos que nuestra valoración es mucho más profunda, y que nos permite tomar el control y la responsabilidad de la misma; son temas que no requieren estudios, credenciales o maestrías; tampoco implican que más horas crearan un mejor resultado, y por otro lado alinean nuestros objetivos de vida con nuestras prioridades y nuestras formas de tomar decisiones.

Recuerda que la forma en la que nos valoramos no solo define nuestro estado de ánimo y nuestros objetivos, también permite crear incentivos y acciones sanas que nos acercan a ser el tipo de persona que queremos ser en nuestras vidas.

--

--

Pablo Lascurain

Founder of DSV10, inDIP & Contrapeso. Leading 4Founders, Startup Grind Latam & 4Women. https://linktr.ee/lascurain